jueves, 17 de diciembre de 2009

Fotos de Fin de Año

miércoles, 16 de diciembre de 2009

°*° Feliz Navidad °*°

Ganadores del Concurso de Cuentos

"Convivencia Fatal"
Hasiel Omar Sánchez Juárez
Un día la familia Chailps fue al bosque, a Magi y su esposo Berto Chailps los acompañaban sus hijos Pedro y Crisoforo. Ese día decidieron que tenían que convivir más, pues Berto, el papá, se había ido a Estados Unidos y nunca había convivido con su familia. Cuando iban en la carretera notaron algo raro, pues estaba sola, pero no le dieron importancia y siguieron su camino.
Cuando llegaron al bosque, rápidamente comieron y los niños se fueron a jugar. El papá muy feliz los dejó, sin darse cuenta de que había cometido un error, un fatal error; pues el bosque al que habían ido no era tal como ellos imaginaban, sino que era una mansión y todos los que permanecían ahí nunca salían, pues en la mansión sucedían cosas inexplicables. Se oían gritos desgarradores, llantos y aparecían siluetas de personas, pues el dueño de la mansión había matado a toda su familia, incluyendo a sus hijos recién nacidos. Pero ¿Por qué los había matado?... Cuando el señor de la casa se bañaba, resbaló y se golpeó en la cabeza, y recordó como su papá lo maltrataba. Del horror y enojo que le hicieron pasar aquellos trágicos recuerdos empezó a cambiar su forma de ser, empezó a golpear a sus hijos, golpeaba hasta causarle sangrantes llagas a su mujer.
Un día tuvieron una discusión y el señor, sin darse cuenta, mató a su esposa, los hijos horrorizados gritaban -- ¡ Papá, papá no me mates !, no me mates… -- ¡¡¡aaaaigh!!!-- se escuchó por toda la mansión pues el hombre de un tajo había asesinado a su propio hijo. pero faltaba uno de sus hijos, el señor lo buscó y lo buscó sediento de sangre; cuando lo encontró, el niño se había caído por una barranca y había muerto.
La familia Chailps siguió divirtiéndose, cuando el papá y la mamá escucharon a sus hijos gritar corrieron desesperados en su búsqueda, puesto que la cacería del antiguo dueño no había terminado, todavía seguía matando; los niños habían sido fáciles de matar, el señor sediento de sangre, fue en busca de la madre, pues a ella y a los niños los confundía con su familia a la que había asesinado. Cuando encontró a la mujer la mató, y el señor Chailps al ver eso, se quedó aterrorizado, y de la profunda herida que le causó perder a su familia cuando por fin había podido estar con ellos, le provocó tanta furia que mató al dueño de la mansión. Tiempo después el señor Chailps murió de soledad y tristeza por no haber convivido con su familia. Desde entonces, aquellos aterradores hechos se repitieron constantemente; cada familia que se le vio llegar al lugar, jamás se le volvió a ver.
Fin